Decires

Siempre dije la palabra justa, en el momento oportuno, a la mujer equivocada". Certeras declaraciones de un cantante de tangos. Pero hay sin dudas una situación más trágica, la de aquel que puede afirmar: Siempre dije la palabra equivocada, en el momento inoportuno, a la mujer correcta. Auch! A esta me adhiero, como buen perdedor consetudinario.Y sólo por jugar con las posibilidades... ¿Cómo será la situación de aquel que admite: Siempre dije la palabra correcta, en el momento justo, a la mujer inoportuna? Pobre tipo, qué mala leche! Eso pasa por hablar y expresar deseos en voz alta, viene un angelito malo y te toma la palabra, enseñaba mi abuela ante mis ojos asombrados y mis ganas de ser un poco más gordito o de tener mucha barba como mi abuelo para que se fijara en mí una pálida mujer de cabellos castaños y ojos verdes como las clásicas de Hollywood. Lo recuerdo ahora, palpando muy adentro el ostracismo de mis abdominales o pasándome la máquina con retraso, un rato antes del horario de trabajo un día en el que viene el jefe. Angelito malo, ¿y la mujer de mirada verde enamorada? "Siempre dicen la palabra justa, en el momento oportuno, al angelito equivocado", responde el desgraciado. No hay caso, de decir, pueden decirse muchas cosas, pero cada uno escucha lo que le conviene. Ahí comienza el malentendido.

Pintura: "Hombre y mujer" de Fernando Botero

No hay comentarios:

Publicar un comentario