Si la Biblia lo dice... (Seducción y celos; toros de bronce y matemáticas básicas)

"Dile a la sabiduría: "se mi hermana", y a la inteligencia: "se mi amiga". Entonces sabrás protegerte de la mujer de otro, de LA HERMOSA DESCONOCIDA DE SUAVES PALABRAS". (Proverbios 7,4)

Como muchas cosas de la religión, parece un contrasentido. Con esa descripción y salvo por la débil acotación de que se trata de "la mujer de otro"... ¿Cómo resistirse? ¿Qué necesidad de presentarla así? ¿Y a que andar con la sabiduría como hermana y a la inteligencia como amiga pudiendo perderse con la hermosa desconocida en la cama? Madre, hermanas y amigas son lo primero que uno aparta cuando se encuentra a la que nos arrebata. Y en cuanto a la presunta pertenencia a otro, hay un 50 y 50 entre los que consideran esto un obstáculo y los que no. Y un porcentaje mucho mayor de mujeres que no se consideran propiedad de nadie.

En fin, hay que reconocerlo, la frase tiene su base de realidad, es decir, no es totalmente una descabellada mentira. Por estas cosas la vida se complica. Pero dudo de su efectividad. "Sabiduría", "inteligencia" y hasta "de otro" se caen de los ojos cuando éstos se fijan en la curvosa frase que se relaciona con lo prohibido, la tentación: se trata, nada más y nada menos, de "la hermosa desconocida de suaves palabras" (nótese la cantidad de sinuosas, serpenteantes eses en la oración). Como si el hecho de ser fea y grosera o muda consistiera en una especie de garantía de virtud. Ahí sí no importaría que sean de otro o no, al parecer fealdad y aspereza protegen de por sí a sus poseedoras y preservan a unos hombres de los celos y a otros del pecado y el quilombo de desearlas.

Ahora, ¿Será que esta sugerencia nace más que nada de la necesidad de resguardar "la propiedad" de los que disfrutan de una mujer hermosa y capaz de suaves palabras? Como un "ojo, muchachos, sean sabios e inteligentes... no me la miren". Mmm... El camino de los celos declarados no es bueno ni promete óptimos resultados, sino más bien lo contrario. Quien anda celando a su mujer porque es muy hermosa, no hace más que poner en sobreaviso a los ladrones.

Y acá va una advertencia del tristísimo Pavese para celosos: "hay que andarse con cuidado al comunicar los descubrimientos psicológicos de poderosas perversidades a quien ignoraba ser así; porque la primera víctima será el descubridor verídico. La vieja historia del toro de Perilo. Quien revela a una mujer el ser potencial de ella, será el primer cornudo. Es matemático".

Perilo, un escultor de la vieja Atenas, inventó una forma atroz de tortura para congraciarse con un rey sanguinario: un toro de bronce donde se metía a los condenados a muerte y se los quemaba vivos. Pero no sólo eso, los gritos y gemidos del que se asaba adentro debían producir un efecto especial: imitar los mugidos del animal verdadero. No se sabe si al rey le agradó o no la idea, acaso porque dudó, o porque era más retorcido de lo podían imaginarse, o porque hasta para él lo del escultor era demasiado, se le ocurrió realizar una prueba y, sí, la primera víctima quemada en el interior del toro de bronce fue su mismo constructor, Perilo.

Consuelo final, y como siempre poco eficaz, para celosos: "no se puede perder lo que nunca se ha tenido". Ayuda. A veces.

Pintura: autor desconocido - Fuente: Internet

No hay comentarios:

Publicar un comentario