Aquella



Cómo fallarle entonces,
si aquella, en su delirio,
me veía Don Quijote.
Y yo, a la deriva en el lecho insomne,
la ternura y la ilusión en un pedazo,
tenía a Sancho derribado y herido.

Cómo fallarle si al final
fue en mí un Sancho arrodillado a la cama
del singular caballero
que en el ala abandonada y pálida de aquel pelo negro,
de aquella mirada y valentía mancilladas,
de aquellos inmóviles jazmines de las manos,
de aquella,
reía, lloraba.


Pintura: Gustavo Amenedo - Título: "Quijote" 2007 - Fuente: Internet

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