La más deseada

Cierre a las pequeñas colecciones de fotos sobre obras de Klimt y Botticelli, con sus respectivos comentarios, que pueden ser leídos en las dos notas anteriores. Aclaro esto porque no faltan los que me acusan de que ahora me dedico a pegar fotos de mujeres desnudas como deporte o por pertubación de ánimo. Reitero: lean las notas que acompañan los álbumes y después sí, denme con un caño. Vamos a ver a que viene todo esto:

Borges, gran lector a su vez de incontables obras y citador de múltiples autores, se quedaba maravillado con un verso que aparece en un poema de William Blake (Inglaterra, 1757 - 1827), que para más datos, además de ser escritor y poeta, era pintor. Blake dice: "Y para ti atraparé muchachas de suave plata o de furioso oro". En realidad, el poeta hace prometer eso a una diosa mitológica al dirigirse a su amado.

Para el escritor argentino este era uno los versos más bellos y de metáforas más extrañas y logradas que se hayan escrito en la historia de la literatura. Lo interesante aquí es que Borges lo utiliza en un cuento para designar además de esos dos aparentes tipos de mujeres, uno más, que vendría a ser la síntesis. "Una línea de William Blake habla de muchachas de suave plata o furioso oro, pero en Ulrica estaban el oro y la suavidad. Era ligera y alta, de rasgos afilados y de ojos grises. Menos que su rostro me impresióno su aire de tranquilo misterio. Sonreía fácilmente y la sonrisa parecía alejarla", describe, en quizás el único cuento de amor que había escrito hasta entonces, como lo reconoce en el epílogo de "El libro de arena" (1975).

Bueno, el tema es que, es cierto, hay mujeres de oro y de plata. Y más precisamente todavía de suave plata y de furioso oro. Sin que ninguna de estas categorías (limitadas como toda esquematización) implique el poner a unas por encima de otras. Sólo que son distintas, llegan a nosotros de forma distinta, se apoderan de nosotros y dejan su huella en nosotros de forma distinta.Van por este mundo, de manera distinta.

Pero aquella, la mujer de oro y de plata, la perfecta combinación, la preciosa y rara aleación, aunque soñadores y no tanto estén por igual tentados a negarlo, existe, también anda por este mundo, no pertenece únicamente a los cuentos. Y esta certeza acaso nunca podamos sacarla de nuestra pasión y nuestra lógica, aunque Ella nunca se atraviese en nuestro camino. Estará siempre presente, aún como fantasma, como pieza que falta al rompecabezas o acertijo, como recóndito eco de una promesa de los dioses incumplida, que juraron atrapar para nosotros en redes la plata y el oro femeninos. Existe, desde algún rincón susurra, aparece y desaparece. Y desde entonces, nunca, pero nunca, estaremos tranquilos. El hombre más dichoso es el que al menos un instante despierta para darse cuenta de que tiene a la mujer de suave plata y de furioso oro increíblemente consigo.

Pintura: Alejandro Boeris - Título: "Línea" - Fuente: Indexarte.com.ar

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