Lo que estuvo bien

A veces se me da por "nostalgiar" sobre cosas imposibles, lo cual -de cierto modo- debe ser algo mejor que hacerlo sobre cosas que efectivamente ya pasaron. Ni siquiera es la romántica añoranza de futuro. No sé, "nostalgio", por ejemplo, de la compañía de tu silencio y de tanto que no dijimos nunca. Entonces hago pie en tu mirada y se me da por tener lo que nunca tuve: la respuesta, la señal, que entonces ni me hacían falta. Todo es tan absurdo en este ir de un espacio vacío a otro, de minúsculos detalles a grandes conclusiones y entre medio la rutina y los raptos de milagro. Absurdo y leve y hasta alegre. Sabiduría de la falta de posesiones: quien siente que tiene algo, en apariencia tiene eso solo; quien siente que no tiene nada, de pronto en realidad lo tiene todo. Ah, Javier, vos y tus juegos pseudo orientales, no sé si por ganas de consolarte o hacerte el pelotudo. Mientras Buda cierra los ojos, vos abrís uno para verla caminar y sonreírte de vuelta, con esa forma tremenda de asomarse en base a curvas y contracurvas interpuestas con la mayor naturalidad posible y para vos todavía increíble. Y eso estuvo bien, te decís. Esa es tu nueva nostalgia. Y claro que estuvo bien. Es la ventaja de todo aquello que quedó sólo en principio.

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