Ella dijo: El puente es fuerte.
Tenía la piel blanca, blanquísima, humedecida,
tenía la sonrisa alegre y las manos firmes.
Entre verdes y vapores, rocas y caminos,
cascadas golpeando violentamente,
ella dijo: El puente es fuerte.
Y no dudé.
Tenía la piel blanca, blanquísima, humedecida,
tenía la sonrisa alegre y las manos firmes.
Entre verdes y vapores, rocas y caminos,
cascadas golpeando violentamente,
ella dijo: El puente es fuerte.
Y no dudé.
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