Te cambio


Si todo tu compromiso pasa por mirar al otro con preocupación, no estás ayudando demasiado, sino reforzando su carga. El otro no está ahí para responder a tus expectativas, que son las que en realidad te fruncen el ceño, sino que es convocatoria a tu solidaridad y empatía. Ojo, ni la suplantación ni la lástima, que también son sólo tenerte en cuenta a vos mismo de un modo inverso, no resistir la situación del otro, o sea, vale lo mismo que asistir como quien oye llover o sólo puede ver en todo su propio reflejo. Abrirse al otro es algo muy distinto a todos esos mecanismos que sólo encubren o manifiestan mandatos, y que forman parte de las vías automáticas y burocráticas con las que nos relacionamos. Es un fluir de comunicación profunda, un palpitar al unísono, un auténtico contacto, un derrumbarse los muros, un alivio de dos juntos en libertad. Por una vez en la vida y después de tanto tiempo me animo y te cambio toda la preocupación y los mandatos por verdadera amistad.

Foto: Pranlal Patel - India

No hay comentarios:

Publicar un comentario